Estallido social en Chile: Representaciones sociales
de niños y niñas de educación primaria
Social Outburst in Chile: Social
representations of boys and girls in primary education
Michelle Mendoza Lira
ORCID: http://orcid.org/0000-0003-4275-1841
Universidad Andrés
Bello
Tamara Morales
Sangüesa
ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-6996-7995
Universidad Andrés
Bello
Camila Vera
Salazar
ORCID:
https://orcid.org/0000-0003-4718-1817
Universidad Andrés
Bello
Diego Romero
Balladares
ORCID:
https://orcid.org/0000-0002-1743-8784
Universidad Andrés
Bello
Recepción: 21 de enero de 2022
Aceptación: 5 de mayo de 2022
Resumen: El “estallido social”, ocurrido en
Chile en octubre del 2019, afectó no sólo a la población joven y adulta, sino
también a la infantil. Por este motivo, la investigación buscó comprender las
representaciones sociales de niños y niñas sobre este acontecimiento. Para
ello, se realizó un estudio cualitativo e interpretativo, aplicando entrevistas
individuales semiestructuradas a 10 niños y niñas, entre 12 y 13 años, de
establecimientos públicos y particulares subvencionados de la ciudad de Viña
del Mar (Chile), las que fueron analizadas siguiendo los lineamientos de la
Teoría Fundamentada. Los resultados muestran que los niños y niñas de este
estudio representan el estallido social como un conflicto social que inició a
causa del descontento por parte de la ciudadanía, debido a las injusticias
experimentadas a lo largo de los años. Además, asocian diferentes conceptos al
conflicto y realizan valoraciones positivas, negativas y neutras del mismo,
evidenciando gran capacidad para emitir juicios respecto de lo que les rodea. Se
concluye la necesidad de invertir tiempo
en escuchar y analizar las perspectivas infantiles, no solo porque los niños y
las niñas pueden llegar a tener una opinión respecto de lo que sucede tanto en
la cotidianidad como en hechos trascendentales, sino porque representan el
futuro de la sociedad.
Palabras clave: conflicto social; problema social; infancia;
estudiante de primaria.
Abstract: The
"Social Outburst," which occurred in October 2019 in Chile, affected
not only the young and adult population but also children. For this reason,
this research sought to understand the social representations of boys and girls
about this event. For this, a qualitative and interpretive study was carried
out, applying semi-structured individual interviews with ten boys and girls
between 12 and 13 years old from public and private subsidized establishments
in Viña del Mar (Chile), which were analyzed
following the guidelines of the Grounded Theory. The results show that the boys
and girls in this study represent the social outbreak as a social conflict that
started from the discontent among a group of citizens on the injustices
experienced over the years. In addition, they associate different concepts with
the conflict and make positive, negative, and neutral assessments of it,
showing a great capacity to make judgments about what surrounds them. The need
to invest time in and analyze children's perspectives is concluded, not only because
girls and boys can have an opinion regarding what happens both in everyday life
and in transcendental events, but also because they represent the future of
society.
Keywords: social conflicts;
social problems, childhood, primary school
1. Introducción
Vivimos en una sociedad que está expuesta a constantes cambios, lo que
conlleva diversas problemáticas en las áreas social, económica y política. Las
autoridades de cada país trabajan para enfrentar de la mejor forma esta
realidad, aunque, a pesar de los esfuerzos, se presentan malestares de parte de
la sociedad a causa de las medidas adoptadas. Estos malestares, según Aceves y Safa (2012), se pueden distribuir en tres grupos: éticos,
culturales y con la democracia. Los malestares éticos se refieren al
cuestionamiento de las normas vigentes, junto con la expansión del relativismo
y la anulación de valores. Los culturales consisten, por un lado, en el
sentimiento de inseguridad sobre el futuro y la existencia y, por otro, en el
escepticismo acerca de las instituciones sociales y públicas. Finalmente, los
malestares con la democracia indican la carencia de credibilidad, junto con la
desconfianza hacia las prácticas e instituciones democráticas. Estos tres tipos
de malestares, si bien son de diferente índole, tienen un elemento en común: la
disconformidad con el actuar de las autoridades o instituciones públicas.
Además, se entiende que estos malestares tienen estrecha relación con los
recursos o elementos de control de vida con los que cuenta una sociedad para
otorgarse, a sí misma, sentido y seguridad a sus acciones. Estos recursos
pueden ser subjetivos, los cuales se definen en relación con los capitales
familiares, culturales, relacionales o culturales u objetivos institucionales,
como la seguridad ciudadana o la eficiencia en políticas públicas, etc.
El
mal manejo de los malestares que expresa la sociedad, o bien la insatisfacción
de sus necesidades (como seguridad o sentido), puede llegar a producir
conflictos sociales, en los que la población lucha por sus derechos,
enfrentando a las autoridades e instituciones a cargo (Femenia,
2009). A diferencia del
malestar, el conflicto social (conflictus en
latín, que significa “chocar” o “infringir”) consiste en la acción de
interactuar entre las partes enfrentadas, es decir, que, si las autoridades no
actúan frente a las necesidades de la sociedad, cuando todavía la situación se
manifiesta como malestar, la población se levanta a modo de enfrentamiento,
llevando la situación a un conflicto social. En esta nueva condición de
conflicto social, las partes confrontadas cuentan con ideologías y estrategias
que fundamentan su actuar dentro de la interacción, que es llevada a cabo a
modo de acción-reacción (Tejerina, 2010).
De acuerdo con estos conceptos, la serie
de acontecimientos ocurridos desde el 18 de octubre de 2019 hasta la primera
quincena de marzo
de 2020 (Avendaño, 2019), conocida ampliamente como el “estallido social”,
puede ser catalogada como conflicto social, pues ˗tras no haber un buen manejo
del malestar que había en la
sociedad chilena˗ se
produjo un levantamiento de la población, para luchar por la insatisfacción
respecto de sus necesidades. Si bien el desencadenante de este hecho fue el
aumento del valor del pasaje de metro en la capital (Santiago) (Rivera, Imas y Jiménez, 2021), detrás de esto se encuentra la
precarización de la vida y las desigualdades de todo un país en términos de
ingresos, salud, justicia, educación, pensiones, entre otros (Verdugo, 2021) y,
por tanto, la necesidad de un sistema político y económico equitativo que
responda oportunamente a sus obligaciones para con la ciudadanía (Frías y
Garcés, 2019). Este sentir se vio reflejado en los resultados de la encuesta
del Centro de Estudios Públicos, de mayo de 2019, donde los porcentajes más
altos de respuesta respecto de la pregunta: “¿Cuáles son los tres problemas a
los que debería dedicar mayor esfuerzo en solucionar el Gobierno?” se
concentraron las pensiones (46%), la salud (34%), la educación (30%) y los
sueldos (21%), entre otros.
Al comparar estos resultados con los
obtenidos en la misma encuesta, aplicada luego del estallido social (diciembre de 2019), estas problemáticas no solo
permanecieron, sino que aumentaron: pensiones, con un 64%; salud, un 46%;
educación, un 38% y sueldos, con un 27% (Centro de Estudios Públicos, 2019). Tal como se
puede advertir, este conflicto agudizó las percepciones respecto de las
carencias existentes en los sistemas más importantes en las vidas de las
personas, tales como la salud y la educación, abriendo paso a una serie de
demandas de transformación del modelo socioeconómico y político existente hasta
el momento (Campos, 2020). Sin embargo, estos resultados dan cuenta de las
opiniones de los adultos, pero ¿qué piensa la población infantil de Chile
respecto de las causas y efectos de este acontecimiento? No se puede desconocer
el hecho de que este conflicto no sólo afectó a su población adulta, sino que
también a los millones de niños y niñas que forman parte del país. De ahí que
esta investigación tenga por objetivo conocer cuáles son las representaciones
sociales de niños y niñas de educación primaria acerca del conflicto social
iniciado en Chile el 18 octubre de 2019.
2.
Antecedentes
teóricos
2.1 Representaciones Sociales y conflicto social: la
importancia de la perspectiva infantil
Para
fijar una posición u opinión individual o grupal frente a diferentes objetos,
hechos o situaciones, nace el concepto de representación social expuesto por
Jodelet (1986). En su forma social, las representaciones corresponden a un constructo
metodológico a través del cual se puede pensar e interpretar la realidad, cuyo aspecto
social influye por medio del contexto de los representantes, las relaciones y la
comunicación entre ellos y la cultura en la que se desenvuelven, junto con las
ideologías y los valores que porta. Por otro lado, Kudo
(2015) postula que se trata de una colección de mensajes que se desarrollan
para entender cualquier fenómeno. Esta colección se realiza de forma personal,
pero puede llevarse a la colectividad, al compartir e integrar la propia
percepción a la de otros, conformándose así una representación social colectiva
o grupal (Carignan, Pourdavood,
King y Feza, 2005).
Conviene señalar
que la mayor parte de los estudios que se han hecho, a nivel internacional,
respecto de las representaciones sociales no ha
considerado la perspectiva infantil como objeto de interés. Con respecto a esto, D'Alessio (1990) plantea que las ideas sobre las
capacidades de los niños y su propio desarrollo no se ajustan a menudo a la realidad
y tienen más formas de representaciones compartidas que de conocimiento
objetivo. Según estas investigaciones, no se recomendaría desarrollar estudios
basados en las perspectivas de los niños, por estar afectados por su entorno
familiar o social, impidiendo así representar ideas propias.
En tanto, Martínez y Ligero (2003) afirman que existe
una escasez de estudios sobre representaciones sociales en niños y niñas quizás
por el hecho de que, si bien son agentes sociales individuales que poseen derechos
cívicos, están influenciados o representados como responsabilidades
relacionadas al medio o a la familia. Sin embargo, Thorne (2004),
Rodríguez (2007) y Honig (2009) mencionan que la
sociología, desde los años ochenta, expresa que la infancia no puede concebirse
sólo como un hecho biológico o de desarrollo evolutivo, sino que también como
parte del conjunto de categorías construidas socialmente que requieren ser
explicadas como objetos de estudio.
Confirmando esta idea, Parra (2011) postula
que la importancia de conocer las representaciones sociales en los niños y las
niñas con respecto al conflicto se fundamenta en que éstas no son un reflejo de
las representaciones sociales del adulto, puesto que están determinadas en gran
parte por la experiencia personal o grupal. De igual manera, Amar et al. (2001)
expresan que el estudio de las representaciones sociales en la infancia es de
gran utilidad como instrumento de evaluación diagnóstica en los problemas de
desigualdad y pobreza, para la posterior toma de decisiones, en vías de su
resolución. Ambas investigaciones muestran la utilidad del uso de las
representaciones sociales infantiles como instrumento de diagnóstico, acerca de
conflictos de diversa índole, como es el caso de los conflictos sociales.
En cuanto a los hallazgos más importantes
en este tipo de estudios, Caamaño y Colon (2013) muestran una
investigación respecto al razonamiento lógico de niños y niñas samarios, entre
7 y 12 años, afectados por el conflicto interno armado. Acá se trabajó bajo un
enfoque cualitativo, basado en el método de interpretación de textos
(hermenéutica), con el fin de lograr comprender y conocer el concepto respecto
a la violencia política a través de situaciones imaginarias narradas. Dentro de
las principales conclusiones de este estudio, destaca la idea de que, al
trabajar desde la mirada infantil, se abren las puertas a un proceso
cultural que permite abordar temas como la violencia política desde una postura
de perdón, con el fin de lograr un mejor país.
Por su parte,
Parra (2011) investigó las perspectivas acerca del conflicto armado colombiano
en niños y niñas, entre 7 y 10 años, de un colegio adscrito a la Policía
Nacional. En este caso, el dibujo y las preguntas sencillas fueron utilizados
como herramientas para conocer las representaciones sociales de los niños y las
niñas. La recolección de datos fue en los salones de clase y se desarrolló en
dos partes: producción del dibujo y formato complementario. Luego de
analizar los resultados, se concluye que los niños a muy temprana edad ya
construyen representaciones sociales complejas, las cuales reflejan una
percepción negativa frente al conflicto, por relacionarlo con imágenes de
violencia y sentimientos de tristeza o malestar.
En el caso de Chile, se encuentra la
investigación realizada por la Defensoría de la Niñez (2020a) acerca de la
percepción y opinión de niños sobre sus derechos y la crisis social ocurrida en
Chile el año 2019. La recolección de datos se llevó por medio de entrevistas y
la realización de dibujos. Para esto se realizaron actividades que incluyeron
un taller de exploración y otro de profundización, con la finalidad de conocer
las percepciones, los cambios que se esperan, emociones, temores y cómo esto
afecta en sus vidas. Los hallazgos de este estudio dan cuenta
3. Metodología
3.1 Diseño y participantes
De acuerdo con los objetivos establecidos,
el estudio adoptó un diseño de investigación cualitativo, de tipo
interpretativo. Este método permite ahondar en los datos obtenidos, con el fin
de fundamentarlos y, por otra parte, buscar el entendimiento de la realidad,
dándole un rol activo a los participantes de la investigación (Boeije, 2010; Ugalde y Balbastre,
2013). En este
Para participar en este estudio, en primer lugar, los investigadores contactaron ˗a través de correo electrónico˗ a los directores de cuatro establecimientos públicos y seis
de colegios particulares subvencionados, para darles a conocer los alcances de
la investigación y solicitarles que invitaran a sus estudiantes a participar en
ella. Los padres y/o tutores de los niños
y las niñas que quisieron colaborar se contactaron directamente (vía
telefónica) con los investigadores, quienes les otorgaron más información
respecto del estudio y, en especial, de los aspectos éticos. Quienes finalmente
accedieron a la participación de los y las menores de edad a su cargo, firmaron
un consentimiento informado que aseguraba la confidencialidad y el anonimato.
De igual manera, los niños y las niñas firmaron un asentimiento informado, en
el cual se explicitaba el carácter voluntario y confidencial de su
participación, así como también la posibilidad de retirarse en cualquier
momento de la investigación.
3.2 Técnica
de producción de datos
Para la producción de datos, se utilizó la
entrevista, por tratarse, según Cuevas (2016), de un “instrumento que
permite acceder al universo de pensamiento del sujeto y al contenido de la
representación social” (p. 118). Específicamente, se aplicó la entrevista
individual semiestructurada, ya que, además de contar con preguntas
determinadas previamente como guía de la conversación, permite indagar y
profundizar en el tema a partir de las respuestas obtenidas, desarrollando una
interacción entre los protagonistas (Nils y Rimé,
2003). Las entrevistas se llevaron a cabo
a través de la plataforma de videoconferencia Zoom, debido a la pandemia
mundial. Tuvieron una duración entre 30 y 40 minutos y constaron de 32
preguntas abiertas, que abarcaban desde la descripción objetiva del conflicto
(estallido social) hasta la concepción y valoración de éste. Por último,
resulta necesario señalar que todas las entrevistas fueron grabadas y
posteriormente transcritas según el sistema de codificación de Jefferson
(2004), el cual ˗según Bassi (2015)˗
corresponde a un código interpretativo y constructivo, que no separa la teoría
del análisis y permite hacer transcripciones detalladas y, al mismo tiempo,
adaptarse a las necesidades de cada investigación.
3.3 Análisis de datos
Para el análisis
de datos, se utilizó la Teoría Fundamentada (Grounded
Theory), la cual corresponde a una “metodología
de análisis unida a la recogida de datos, que utiliza un conjunto de métodos,
sistemáticamente aplicados, para generar una teoría inductiva sobre un área
sustantiva” (Glaser, 1992, p. 30). En primer lugar, se realizó un proceso de
codificación abierta, buscando categorías emergentes, seguido de una
codificación axial, la que se concreta en el relacionamiento de categorías
complejas. Finalmente, se llevó a cabo una codificación selectiva, que amplió
las similitudes y minimizó las diferencias respecto de las representaciones
sociales de los niños y niñas participantes en este estudio.
4. Resultados
Al finalizar la etapa anterior, se lograron los siguientes códigos: Hechos que desencadenan el “estallido
social”; Representación del concepto
“estallido Social”; Conceptos
positivos asociados al conflicto; Conceptos
negativos asociados al conflicto; Valoración
positiva; Valoración negativa y Valoración neutra. Estos códigos
conforman las siguientes categorías: (1)
“Estallido social”: Un conflicto social;
(2) El sello del “estallido social” y
(3) Valoración del conflicto. En la
Tabla 1 se presentan las categorías y sus respectivos códigos.
Tabla 1.
Categorías y códigos emergentes
Categorías |
Códigos |
Descripción de la categoría |
|
“Estallido Social": Un conflicto social |
Hechos que desencadenan el estallido social Representación del concepto “estallido social” |
Significado atribuido al concepto de conflicto social |
|
El sello del “estallido Social” |
Conceptos positivos asociados al conflicto Conceptos negativos asociados al conflicto |
Conceptos y definiciones asociados al conflicto social |
|
Valoración del conflicto |
Valoración positiva Valoración negativa Valoración neutra |
Apreciación del conflicto |
Fuente:
Elaboración propia.
A continuación, se presentan los resultados
más relevantes de la investigación. Para ello, se explicará cada una de las
categorías, ilustrando los análisis con fragmentos de entrevista que son
representativos de dichas categorías y códigos emergentes.
Categoría (1) “Estallido social”: un conflicto
social
Reiteradas veces se mencionó en los
medios de comunicación chilena que la causa del “estallido social” fue el alza
de los 30 pesos del metro de la Región Metropolitana. Al pasar el tiempo,
fueron surgiendo diversas opiniones que indicaban que ésa era sólo la punta del
“iceberg” y que existían problemas más profundos que el alza de precios, como
la falta de dignidad, desigualdad y pobreza. Los niños y niñas que cursan
séptimo año básico recuerdan el suceso ligado al alza de precios del metro de
Santiago, pero también identifican que los hechos que desencadenaron este
estallido social fueron de diferente índole, desde el ámbito social, económico
y político, entre los cuales se encuentran el aprovechamiento e injusticias
ligadas a las alzas de precios, educación, salud y las decisiones ambiguas por
parte de los políticos y el Presidente de la República, lo cual trajo como
resultado un cansancio en la sociedad.
((se muerde los labios)) Eran muchas- como muchos años
de injusticias ((mira hacia abajo), entonces cacharon que no estaba bien
y lo quieren cambiar (3), pero eso que eran muchos años de injusticias (…) Los
años de injusticias y que subían las cosas, que bajan los sueldos, que les
robaban su plata (3) y (4) eso (…) La salud era horrible, educación, así como normal
también que::: (3) no, eso, que les robaron su plata.
Eso.
(E5. Escuela pública).
Yo creo que fue porque la gente no estaba de acuerdo
con lo que tenía, entonces ellos pensaron que::: el
país no::: iba a hacer nada para eso y reaccionaron así (x) (...) Yo creo
que fue porque::: no estaban de acuerdo con el presidente y::: el presidente
hacía cosas (3) y la gente más se enojaba y como que nunca estaban conformes
con lo que hacía el presidente. (E9 - Colegio particular
subvencionado).
A diferencia de lo
mencionado anteriormente con respecto a los motivos que desencadenaron el “estallido
social”, las representaciones sociales que tienen los niños acerca del
conflicto fueron construidas a partir de lo observado a través de los medios de
comunicación, redes sociales y conversaciones o experiencias personales y/o
familiares, y simbolizan el “despertar de la sociedad”, entendido como el hecho
o efecto puntual que inicia este conflicto. Para los niños de séptimo básico,
este “despertar” representa que la sociedad o país se cansó de soportar un
sinnúmero de abusos, por lo cual se unió y se alzó contra los responsables de
tales injusticias.
Eh::: porque::: la gente se rebela y es como, de (4) no sé cómo explicarlo (...) Porque::: ( 3) como las expresiones que usan que hay una
venda y no puedes ver a través de ella, entonces es, las personas se quitaron esa venda y ya
pueden ver, por ejemplo, las decisiones
políticas y todo eso ↓de los políticos y todo eso↓. (E1-Colegio particular subvencionado).
Porque::: (3) estalló, o sea, como que- la gente, así como que-, la gente
así como que se cansó de tantas cosas
que pasaron, entonces fue como que ya explotaron ↓por así decirlo↓ (...).
Porque, como dije antes, como que la gente por así decirlo estaba dormida em::: entonces vio que pasaba todo esto y como que se dieron
cuenta, y WA-↓ahí:::↓ (E2-Colegio particular subvencionado).
Porque
la gente no aguantaba más, entonces estalló ((mueve las manos de forma
explicativa)) entonces es estallido social porque la gente no aguantaba más y estalló.(...). Porque
estaba como con los ojos cerrados, así como cegado de todo lo que estaban
haciéndoles, pero ya cacharon y se dieron cuenta, abrieron los ojos,
despertaron y::: eso. Entonces estaban como cegados y
ahora se dieron cuenta. (E5- Escuela pública).
Las entrevistas
realizadas a los niños y las niñas de séptimo año básico dan cuenta de que el
concepto de “estallido social” es propio del país chileno y ninguno de los
entrevistados mostró desconocimiento frente a él, sino más bien un sentido de
pertenencia hacia el concepto. Con respecto a la medida del aumento de los 30
pesos del metro, ésta es reconocida como un hecho trascendental para el país,
por ser la “gota que rebasó el vaso” y no por el hecho concreto, ya que cualquier
otra medida podría haber desencadenado el “despertar de la sociedad”, lo que se
produjo debido a los años de injusticias y aprovechamiento político, generando
un descontento generalizado, según lo mencionado por los niños y las niñas. Por
este motivo, y tomando en cuenta las características de los conflictos
sociales, el “estallido social” se puede establecer como este tipo de
conflicto.
Categoría (2) El sello del “estallido social”
Desde los inicios del estallido
social ˗en octubre de 2019˗ ha emergido un sinfín de conceptos asociados a este
conflicto. Según esto, es importante reconocer los conceptos positivos
vinculados y relevantes para los niños y las niñas, ya que nos permiten conocer
su visión de la realidad y comprender que son capaces de separar los conceptos
según el contexto, debido a que, como mencionaron algunos entrevistados(a),
estaban en contra de la violencia, pero la justificaban en estos casos, al
verlo como algo necesario. A lo largo de las entrevistas, los niños y las niñas
coinciden frecuentemente en conceptos positivos como son: lucha de derechos, nueva constitución,
cambios positivos, concientización y expresarse a través de opiniones y
manifestaciones.
La
gente empezó a luchar por sus derechos y cosas así. Lo de la nueva constitución
que ahora se hizo bien y ahora vamos a tener una nueva constitución
y ahí también se sacó lo del 10% de las AFP que es para recuperar tu dinero
y todo eso (...). (3) La gente, la gente que apoyó a otra gente, aunque ni
siquiera se conocieran en marchas, gente que ni siquiera se
conoce apoyándose para luchar por la misma causa.
(E4 - Colegio particular subvencionado).
Lo
positivo fue lo de la nueva Constitución y::: que se
hicieron escuchar la gente (...) Porque
la gente por fin abrió los ojos, porque igual tenían mucho tiempo en lo
mismo y::: también como que estaban saliendo de una dictadura. (E7 - Escuela pública).
Por otra parte, dentro de
las respuestas obtenidas, se mencionaron conceptos de índole negativa, al
tratarse en su gran mayoría de actos de violencia, los cuales afectan al
bienestar de las personas. En términos de violencia, aparecen conceptos como
“barricadas” y quema de locales comerciales ˗los que provocan pérdidas de
empleos y oportunidades laborales˗ disparos, gente desaparecida, entre otros,
aunque estos últimos no son adjudicados a un ente en particular, sino más bien
al conflicto en sí mismo. Sin embargo, existe una distinción que se observa
dentro de los conceptos negativos, la que consiste en que niños y niñas
perciben que los principales responsables de la violencia ejercida en contra de
los inmuebles públicos y privados, por medio de la destrucción y los saqueos,
son los manifestantes; mientras que las Fuerzas Armadas del país son quienes
despliegan violencia física hacia las personas.
Existe
mucha violencia, porque igual en una manifestación me acuerdo que tiraron a un
niño del río Mapocho ((frunce el ceño)), la violencia, que hagan estas
barricadas y todo eso, que contaminen más y ((mira hacia arriba) que::: a veces los carabineros igual les responden con
violencia, igual como que siguen respondiendo con violencia. (E10 - Colegio particular subvencionado).
(3)
Porque hartas veces, por ejemplo, los carabineros algunas veces abusan de su
poder, en el sentido de eh::: ¿cómo lo digo?, eh, el sentido de, una persona
dice algo, no sé, le dice “paco tantito” y el carabinero altiro se enoja y, por
ejemplo, le puede pegar (…) <De que quedó casi toda la embarrá>
porque toda la gente salió a protestar, hay mucha gente que:::, que cayó presa
porque::: más que todo por robar, por destruir cosas que no son suyas, el
supermercado, por ejemplo (...) Que había
harta gente que se volvió un poco loca, en el sentido que quería tirar molotov,
algunas veces disparaban, que::: como se llama eso, hay mucha gente que hizo
cosas malas como quemar los supermercados, ((mueve las manos de forma
explicativa)) que eso es más que todo es ayuda pa
nosotros, pa mantenernos vivos para poder
comer. (E8 - Escuela pública).
Los niños y las niñas son capaces de
identificar y diferenciar conceptos negativos y positivos dentro de un
conflicto social, los cuales van relacionados directamente a su contexto y
experiencias, tanto individuales como familiares. Lo positivo está relacionado con los cambios
progresivos y la unión de la ciudadanía con el mismo objetivo de mejorar el
país. Por otro lado, lo negativo se encuentra vinculado con la violencia
sistemática entre manifestantes y Fuerzas Armadas, el aprovechamiento de las
marchas para realizar hechos delictivos como saqueos y el daño a la propiedad
pública y privada.
Categoría
(3) La valoración del conflicto
La valoración,
entendida como la evaluación de los niños y las niñas en base a su experiencia
con lo visto, escuchado y vivido acerca del conflicto social, puede ser
positiva, negativa o mixta. La gran mayoría de los entrevistados valoraron el
conflicto como algo positivo, sosteniendo que el “estallido social” contribuyó
a la unión de la sociedad en una lucha por mejorar el país y hacer valer los
derechos de cada uno de los chilenos. A la vez, reafirmaron la necesidad de que
se haya producido el conflicto, enfatizando en la urgencia de un cambio a nivel
nacional.
((entrecierra
los ojos y mira hacia arriba)) Em::: positivo
((esconde los labios)) porque::: igual cambiaron algunas cosas, empezaron a
tomar decisiones un poco más buenas y todo eso, y ↓eso sí↓ (...) Las cosas
cambiaron ((sonríe)), que la gente pudo dar su opinión a través de algunas
cosas. (E10 - Colegio particular subvencionado).
Yo
creo que por algo positivo porque hace poco creo que se dio lo de la nueva
constitución, entonces, realmente creo que fue un buen avance (...) Lo positivo
fue lo de la nueva constitución y::: que se hicieron
escuchar. (E7 -
Escuela pública).
Por otra parte, existieron
valoraciones negativas del conflicto. Desde un inicio, estos entrevistados
mantuvieron una perspectiva negativa frente al “estallido social”, pues no
reconocen hechos concretos que justificaran este conflicto e, incluso,
encontraron excesivo que iniciara a causa del alza de los 30 pesos del metro.
Además, mencionaron la violencia injustificada de parte de los manifestantes
hacia bienes públicos y privados, guiados por la falta de empatía. Cabe
destacar que parte de los entrevistados fue afectada de forma directa por los
manifestantes, potenciando aún más su valoración.
Que
dejaron la embarrá. Rompieron cosas que usan las
personas, rompieron basureros y semáforos, cosas que ocupamos todos los días
para la seguridad y::: ahora lo están arreglando todo
de nuevo y capaz después lo vuelvan a romper (...) Arruinaron las ventas, que
fueron a asaltar a personas que no tenían nada que ver con eso, por ejemplo,
las farmacias, los supermercados nada que ver con eso y quemaron negocios. A mi
tata también le quemaron el kiosco. (E3 - Escuela pública).
Como
algo negativo, porque::: se perdió mucho tiempo y había mucha gente que tenía
que reconstruir todo lo que le habían robado y había muchos carabineros
lastimados, entonces también fue muy negativo (...) Em::: personas atacando a
los carabine:::ros, incendiando cosas, destruyendo las cosas de la ciudad,
también gente que no es:::, que no tiene corazón, por ejemplo, en pensar en las
personas, en que otras personas también pueden tirar piedras y una persona que
no está protestando le puede caer en la cara y se puede lastimar o algo así. (E9 - Colegio particular
subvencionado).
A diferencia de las
valoraciones anteriores, hubo algunos estudiantes que se mantuvieron con una
percepción mixta acerca del conflicto, integrando tanto aspectos positivos como
negativos. Estos niños y niñas creen, principalmente, que el fin del conflicto era
correcto, al tratarse de una lucha por un bien común, mas
la forma en que se llevó a cabo, a través de actos violentos, fue incorrecta.
Fue
como negativo, pero por una parte positiva ((mira hacia los lados))... negativo porque mucha gente murió, eh::: la
gente salió golpeada, salió herida.
(E2 - Colegio particular subvencionado).
Fue
algo que tenía que haber pasado (...) Porque no es positivo ni negativo porque
igual desapareció gente, murie-, murió harta gente,
gente se quedó sin trabajo y todo eso, (3) eh, sin ojos también y lo positivo, porque::: ((mira a su
mamá)) porque hubo un cambio (<<incomprensible>>) (2) ¿y por qué
viene el cambio) ((asiente)). (E1- Colegio particular subvencionado).
Los niños y las
niñas analizan tanto los conflictos positivos como negativos del conflicto,
para luego realizar una valoración a modo general del “estallido social”. Los
resultados obtenidos no arrojaron una diferencia de valoración en base a la
dependencia administrativa de los establecimientos educativos. Sin embargo, sí
hubo heterogeneidad, al catalogar el “estallido social” con una valoración
positiva, negativa o mixta. La mayoría de los niños y las niñas valora de forma
positiva el conflicto social, sin dejar de reconocer los conceptos negativos
existentes en este mismo, como la violencia. En este sentido, la gran mayoría
de los entrevistados justifica la violencia como algo necesario para hacerse
escuchar. Por otro lado, la menor parte de los entrevistados valora el
conflicto de forma negativa y no logra reconocer conceptos positivos acerca de
éste ni la necesidad de su existencia. Por último, se encuentra un grupo de
estudiantes con una valoración mixta, los cuales reconocen los aspectos
positivos y negativos del conflicto, sin encasillarse en ninguna de las
anteriores.
5. Discusión y conclusiones
A partir de las entrevistas
realizadas el año 2020, pareciera ser que los niños y las niñas, a pesar de su
corta edad, son pensadores críticos, capaces de identificar los aspectos
negativos y positivos, asociar conceptos y realizar representaciones sociales
del “estallido social”. En efecto, la primera parte de los resultados demuestra
la inmediata atribución del concepto “conflicto social” al suceso ocurrido en
octubre de 2019, denominado popularmente como “estallido social”. Dentro de la
descripción de lo ocurrido, se destacan las causas primordiales que impulsan el
desarrollo del conflicto y las principales respuestas frente a éstas. Al
respecto, los niños y las niñas tienen conocimiento del descontento colectivo y
el escepticismo a nivel país frente al gobierno, relacionándolos con una gran
cantidad de injusticias derivadas del aspecto económico, lo cual se traduce
como diferencias en cuanto a las oportunidades sociales y al progreso personal.
Estos hallazgos son coincidentes con
los obtenidos en el "Estudio de opinión de niños, niñas y adolescentes en
hogares 2019" (10 a 17 años), donde se concluyó que la desigualdad social,
el aprovechamiento político, los bajos sueldos y las pensiones son las causas
implícitas del conflicto (Defensoría de la Niñez, 2020b). Esto también coincide
con Vervisch (2011), quien en su estudio expone que
la falta de oportunidades económicas, de representación política y de educación
se sitúan como los principales motivos de dichos conflictos, agregando también,
en esta categoría, la naturaleza étnica de los individuos. Por su parte, Aceves
y Safa (2012) señalan que los conflictos sociales
representan la consecuencia de un malestar social mal gestionado, que conlleva
un miedo o intolerancia entre los participantes, además de la indiferencia o
apatía por parte del gobierno o autoridades frente a cada realidad. No
obstante, es importante mencionar que, si bien los acontecimientos atribuidos a
las causas de los conflictos son semejantes en los estudios de Vervisch (2011) y Aceves y Safa
(2012), éstos corresponden a investigaciones realizadas mayoritariamente en
adultos, con una escasez de opiniones provenientes de niños, niñas o
adolescentes.
Con respecto a la respuesta a dichos
malestares, los cuales condujeron al “estallido social”, los y las estudiantes
participantes en la presente investigación mencionaron un “despertar de la
sociedad”, lo que representa el levantamiento de una multitud cansada de
soportar un sinnúmero de abusos. Esta reacción de la sociedad reflejó un
“compañerismo” entre los participantes, sobre todo entre manifestantes, los
cuales, al luchar por la realización de cambios frente a las injusticias, se
unieron y se prestaron ayuda mutua. Esta respuesta concuerda con lo expuesto
por Makaros y Grodofsky
(2016), quienes, en su estudio, revelaron que los participantes, en su
descripción del conflicto, se refieren a cuatro contextos en los que se vieron
inmersos. De éstos, “Déjame salir” y “¿Dónde están mis colegas?” se refieren a
la decisión personal de los manifestantes de salir a las calles para expresarse
y exigir cambios, de la cual resultó la lealtad y solidaridad entre los mismos.
Este mismo estudio da paso al reconocimiento de algunos conceptos asociados a
tales conflictos, como “legitimidad”, “protestas” y “compañerismo”.
La segunda parte de los resultados
de esta investigación da cuenta de que los niños y las niñas son capaces de
reconocer los conceptos positivos del “estallido social”, los que se encuentran
asociados directamente a la lucha de derechos, cambios positivos,
concientización y expresión a través de opiniones o manifestaciones. Estos
mismos conceptos asociados positivamente al estallido social se encontraron en
el "Estudio efecto el estado de excepción crisis social en niños, niñas y
adolescentes" (Defensoría de la Niñez, 2020a), donde los entrevistados de
4 y 17 años asocian de manera positiva conceptos como "marchas" y
"caceroleos". Por otra parte, respecto al reconocimiento de conceptos
negativos asociados al estallido social, los entrevistados coincidieron de
forma unánime en que la violencia era el concepto principal, el cual se podía
ver a través de “barricadas”, “quema de locales comerciales” y “violencia
física”. Estos resultados coinciden con los encontrados por Parra (2011), en el
estudio “Representación social del conflicto armado colombiano en niños y niñas
de un colegio adscrito a la Policía Nacional”, el cual reveló que los aspectos
negativos del conflicto armado tienen que ver con los secuestros, asesinatos y
atracos, todos asociados de forma directa con la violencia.
En la tercera parte de este estudio,
relacionada con la valoración de los niños y las niñas respecto del conflicto, resulta
importante señalar que no se observaron diferencias de acuerdo con el tipo de
administración de los establecimientos (públicos o particulares subvencionados)
a los cuales pertenecían los niños y las niñas entrevistados(as). Estos
resultados son coincidentes con los obtenidos en el "Estudio de opinión de
niños, niñas y adolescentes 2019" (Defensoría de la Niñez, 2020c), en el
cual no se encontraron discrepancias significativas entre las respuestas de los
entrevistados y el tipo de centro educativo. Esto podría ser atribuible a la
implementación de la Ley N° 20911 (2016), la que señala que todo
establecimiento educativo debe impartir contenido respecto a la formación
ciudadana, teniendo como objetivo el fomento del pensamiento crítico en este
tipo de hechos sociales, independientemente de la situación socioeconómica de
la escuela/colegio y sus estudiantes.
De todas maneras, conviene destacar
que las valoraciones fueron diversas, dado que abarcan representaciones
positivas, negativas y mixtas del conflicto. En este sentido, las valoraciones
positivas se encuentran relacionadas a una lucha en conjunto por un mismo fin.
Las negativas, en tanto, están vinculadas principalmente a la violencia,
mientras que las mixtas se refieren a que el objetivo del conflicto es
correcto, pero discrepan de la forma de llevarlo a cabo. De igual forma, el
"Estudio efecto el estado de excepción y crisis social en niños, niñas y
adolescentes", llevado a cabo el año 2019, evidencia que hay una
divergencia en cuanto a la valoración del conflicto, asociando lo positivo a la
lucha por los derechos, lo negativo a la extrema violencia y lo neutro y/o
mixto, al criticar la agresividad en el desarrollo de las manifestaciones
(Defensoría de la Niñez, 2020a).
Por todo lo anteriormente
mencionado, se evidencia que los niños y las niñas de séptimo básico sí son
capaces de realizar representaciones sociales acerca de un tema tan contingente
y controversial como son los conflictos sociales y, en específico, el “estallido
social”. Es importante conocer y realizar estudios sobre las representaciones
sociales de niños y niñas, por diversas razones. En el caso de esta
investigación, se demuestra su relevancia, ya que ellos fueron partícipes,
directa y/o indirectamente, del conflicto social y, por ende, toda la
información recopilada se sustenta en su forma de vivir y reconocer el
conflicto. Por otra parte, es fundamental, porque los niños y las niñas sí
tienen una opinión respecto de lo que sucede tanto en la cotidianidad como en
hechos trascendentales. Junto con esto, cabe destacar la importancia de
invertir tiempo en escuchar y analizar las perspectivas infantiles, debido a
que los niños y las niñas representan el futuro de esta sociedad.
Finalmente, conviene señalar limitaciones y
proyecciones que forman parte de esta investigación. En primer lugar, se
encuentra la pandemia mundial del Covid-19, que condicionó la cantidad de la
muestra y la metodología utilizada, especialmente en lo que respecta a la
técnica de producción de datos, pues solo fue posible aplicar entrevistas
individuales de manera telemática. En este sentido, resultaría interesante utilizar
otras técnicas, tales como el focus group y las representaciones gráficas de los sujetos
frente a determinados eventos (dibujos, esquemas, etc.), pues estas
metodologías han resultado beneficiosas en estudios que buscan conocer las
representaciones sociales de la población infantil (e.g.
Castro, Casallas & Salgado, 2019; Denegri, Keller, Ripoll, Palavecinos y Delval, 2011; Flores & Jiménez, 2015;
Caamaño & Colon, 2013; Parra, 2011).
En segundo lugar, destaca la escasa
literatura sobre representaciones sociales de los conflictos sociales, tanto en
población adulta como infantil. A esto se suma el hecho de que el “estallido
Social”, al ser un evento relativamente reciente, aún no ha sido investigado
ampliamente, menos aún desde la perspectiva de esta investigación (e.g. Araujo, 2019; Campos, 2020; Jiménez, 2020; Quiroga, 2020;
Pizarro, 2020; Rivera, Imas y Jiménez, 2021; Rivera y
Jiménez, 2020; Ruiz y Caviedes, 2020; Sandoval y Carvallo, 2019; Verdugo, 2021).
Todo esto dificultó el establecimiento de similitudes y diferencias entre estos
resultados y otros trabajos, por lo que se sugiere ˗para futuras investigaciones˗
no sólo realizar más estudios que aborden las representaciones sociales de
niños y niñas sobre diversos conflictos sociales, como una forma de ampliar el
limitado conocimiento actual respecto de esta temática, sino seguir prestando
especial atención a este hecho tan significativo en la historia de Chile.
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