Artículos de investigación

La práctica profesional como escenario de formación para aprender a convivir: Un reto en la educación Superior

Professional practicums as a training scenario for learning to live together: A challenge in higher education

Javier Morales Bermúdez
Corporación Universitaria Iberoamericana , Colombia
Martha Liliana Heredia Peña
Corporación Universitaria Iberoamericana, Colombia

Revista Educación las Américas

Universidad de Las Américas, Chile

ISSN-e: 0719-7128

Periodicidad: Semestral

vol. 11, núm. 1, 2021

ccalisto@udla.cl

Recepción: 04 Marzo 2021

Aprobación: 19 Julio 2021



DOI: https://doi.org/10.35811/rea.v11i1.138

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Resumen: La pertinencia de la formación universitaria, en respuesta a las demandas del contexto, se evidencia en el ejercicio de la práctica profesional y en el desempeño de los egresados en el medio social y académico. Sin embargo, algunos estudios señalan que los empleadores resaltan la necesidad de fortalecer las competencias blandas, incluidas las socioemocionales, que son la base de la convivencia social. Este artículo persigue poner en relieve el aprender para convivir, desde las relaciones interpersonales, para fortalecer el ejercicio de las prácticas profesionales en los diferentes escenarios de actuación. Se parte de los resultados obtenidos en la investigación realizada con estudiantes de práctica profesional de dos universidades ubicadas en la ciudad de Bogotá, Colombia, con el propósito de indagar sobre las dificultades y aciertos en el manejo de la comunicación y su incidencia en el relacionamiento interpersonal y la convivencia, como base del buen entendimiento para el logro de los objetivos de la práctica profesional. Entre los resultados cabe destacar que los estudiantes de práctica empresarial cuentan con cursos de formación en habilidades de comunicación y cultura ciudadana, pero estos no han impactado en las habilidades, capacidades y actitudes de los estudiantes, pues se observan dificultades en la expresión oral y en el intercambio de códigos culturales con otras personas, en los lugares de práctica. Se concluye la necesidad de revisar las metodologías de los profesores para que potencien estas capacidades de interacción, así como las posibilidades de intercambio de experiencias y conocimientos con otras poblaciones externas y en contextos diversos.

Palabras clave: convivencia, comunicación, relaciones interpersonales, práctica profesional, educación superior.

Abstract: In response to the demands of the context, the relevance of university education is evidenced in both the exercise of professional practicums and the performance of graduates in the social and academic environment. However, some studies indicate that employers highlight the need to strengthen soft skills, including socio-emotional skills, which are the basis of social coexistence. This paper seeks to highlight learning to live together from interpersonal relationships as a tool to strengthen the professional practice in different scenarios. The results were obtained from the research conducted with students of professional practicums of two universities located in Bogota-Colombia. The difficulties and successes in the management of communication and its incidence in interpersonal relationships and coexistence as a basis of good understanding for achieving the objectives of professional practicums were investigated. Among the results, it is worth highlighting that business practicum students have training courses in communication and civic culture. However, these have not impacted the students' skills, abilities, and attitudes. Difficulties are observed in oral expression and in the exchange of cultural codes with other people in the places of practicums. It is concluded that there is a need to review the teachers' methodologies that enhance these interaction skills and the possibilities of exchange of experiences and knowledge with other external populations and in diverse contexts.

Keywords: Coexistence, communication, interpersonal relationships, professional practicum, higher education.

1. Introducción

Este artículo deriva de la investigación “La comunicación en el contexto de las competencias para el desarrollo de la práctica profesional Corporación universitaria Iberoamericana- Universidad Santo Tomás Bogotá”[1], y persigue analizar el escenario de práctica profesional, desde una postura epistemológica con respecto a la formación de los estudiantes en el aprender a convivir, a través de las experiencias vividas y las apuestas, que las instituciones educativas declaran en sus políticas, reglamentos, y lineamientos curriculares en el desarrollo de la práctica profesional.

La convivencia en la construcción de una sociedad democrática, se asume como marco discursivo de la reforma educativa de las instituciones de educación superior y del papel de los docentes (Jares, 2002), ya que muchos de los problemas en la construcción de los espacios de convivencia se centran en cómo los estudiantes manejan el conflicto en las relaciones alumno-profesor, en la relación entre iguales o en la violencia escolar (intimidación con amenazas, agresiones verbales, agresiones físicas, aislamiento social o discriminación). Por ejemplo, de Castro (2014) ha encontrado un alto nivel de prevalencia de violencia entre los estudiantes de las escuelas de negocios, más que en otras unidades académicas, por lo que estos estudios generaron un sentimiento de que la educación de nivel superior no está respondiendo adecuadamente, en términos de las competencias de convivencia dentro de la institución y en la sociedad.

La convivencia debe ser uno de los pilares educativos del siglo XXI y la escuela es un entorno en el que las interacciones tienen lugar, donde los alumnos pasan una gran cantidad de tiempo y es un entorno social adecuado para aprender a convivir (García et al., 2017).

De acuerdo con Hess y Collins (2018), la exigencia al currículo en la educación de nivel superior es preparar para la convivencia a los egresados en los entornos del ejercicio profesional. No obstante, un gran número de docentes no están entrenados para enseñar la convivencia y su enseñanza solo se remite a brindar información, que se limita a la resolución de los problemas prácticos o al ejercicio racional de su conducta. En este sentido, existe un gran vacío en las reformas educativas, pues no se enfatiza la formación para establecer una relación entre los estudiantes.

La pertinencia de esta investigación frente a la importancia de los escenarios de práctica en instituciones de educación superior responde a la necesidad de fortalecer las competencias profesionales, para promover la reflexión pedagógica de los docentes sobre el aprendizaje de convivir, a través de la socialización de los estudiantes en situaciones de interrelaciones que favorezcan el desarrollo social, asumiendo que el estudiante está implicado activamente en la construcción del conocimiento, es decir, que el aula se transforma en un espacio de comunidades de aprendizaje que abordan los conflictos en el ejercicio de la profesión, con sus habilidades de diálogo, negociación y relacionales (Tello y Aguaded, 2009).

La UNESCO recomendó que los estudiantes tuvieran espacios para aprender a ser, a pensar, a hacer, a aprender, a respetar y a convivir (UNESCO, 1998), enfatizando que la educación superior no es sólo para formar profesionales –lo cual incide en el saber conocer y el saber hacer–, sino también para desarrollar el saber ser y el saber convivir (estar) de los estudiantes. Es decir, que las nuevas generaciones del siglo XXI deberán prepararse con nuevas competencias y nuevos conocimientos e ideales para la construcción del futuro.

En este contexto, surge en el mundo un fuerte movimiento de reformas para mejorar la calidad educativa a través de una formación profesional que asegure el desarrollo integral del estudiantado y lo oriente hacia la vida democrática. El alcance de dichas reformas, en el nivel mundial, está representado por el concepto de aprendizaje a lo largo de la vida, con el que se fomenta la capacidad de las personas de aprender a aprender de manera intencionada y planificada. Esto implica una visión integrada del aprendizaje formal, no formal e informal, propiciando un acercamiento entre el mundo educativo y el profesional, en busca de sinergias de desarrollo (UNESCO, 2005; ANUIES, 2000); un desarrollo que deberá incidir en una mejor calidad de vida para los ciudadanos y un aumento en la competitividad de los países.

Aprender a convivir dentro y fuera del aula, es una construcción social que se enseña en el seno de las instituciones a partir de una serie de compromisos que se asumen en lo individual y se ejercen en lo colectivo, con el reconocimiento de que aprender a vivir juntos es la base de la autoafirmación personal. Esta autoafirmación y la forma de interrelacionarse con sus pares, como componente de la convivencia, requiere aprender a comunicarse con asertividad, pues es a través de la comunicación que se dialoga y se expresan mensajes en igualdad de condición e interacción a partir de conductas como seguir las reglas, reconocer la diversidad de las personas, escuchar, dialogar, reflexionar y disentir sin romper la convivencia, al aceptar que somos parte de un todo.

La convivencia pauta las acciones de interrelación entre estudiantes y docentes al formarse como ciudadanas y ciudadanos comprometidos, críticos y con conciencia de la época que les toca vivir. Escudero y Martínez (2011) mencionan que, en el aula, el docente se vuelve responsable de la formación de las jóvenes generaciones, es así que el desafío en el proceso de enseñanza-aprendizaje es impulsar procesos de democratización.

La convivencia está relacionada con el intercambio de significados, valores, creencias y saberes entre los sujetos, en la cual juega un papel importante la comunicación. Según Saballs (1999), las formas de comunicación inciden en las relaciones interpersonales a nivel familiar, laboral y social, porque, al tomar en cuenta las palabras, el significado dado y el contexto que se utiliza, se genera una comunicación efectiva, donde hay precisión, claridad y bidireccionalidad. Por lo tanto, la comunicación implica la relación entre personas, actitudes, sentimientos, relaciones y habilidades. Por otra parte, la comunicación interpersonal es simbólica, verbal y no verbal, multifuncional, transaccional, reveladora, intencionada o no, lo que responde a necesidades de factores ambientales y exige feedback.

Asimismo, García (1995) menciona que las personas basan los resultados de la comunicación en tres niveles de datos: culturales, sociológicos y psicológicos; y opina que, durante los momentos iniciales de la interacción, las personas tienden a basar su proceder comunicativo en asuntos del conocimiento de la cultura en que se comunica.

De otro lado, Stewart et al. (2007) consideran que la comunicación se hace interpersonal "cuando los individuos se sienten a gusto compartiendo su humanidad" (p.12); entonces, hay que entender que la comunicación interpersonal implica predicciones, intentos de influir, sentirse placenteros, cómodos al compartir la humanidad y que frecuentemente tiene lugar cara a cara.

Finalmente, Scott, Powers y Aguicano (1985) estima que la comunicación es interpersonal cuando las conductas comunicativas están orientadas a la satisfacción de necesidades, que no se pueden llenar sin beneficio para otros seres humanos, puesto que, para lograr la comunicación interpersonal, no es suficiente conocer lo que "es"; hay que meditar sobre el proceso para hacerla "efectiva".

2. La importancia de la comunicación como base de la convivencia en el desarrollo de la práctica profesional

Dada la importancia de la comunicación en el desarrollo de la práctica profesional, la sociedad actual requiere un nuevo tipo de profesional que combine las competencias blandas –basadas en la comunicación– con conocimientos específicos y facilite así la adaptación a diferentes disciplinas y la inserción al mundo laboral, por lo cual se hace necesario que las universidades adapten sus currículos para abordar con éxito este nuevo reto.

Para ello, es necesario contar con profesionales que, además de tener conocimientos profundos en al menos una disciplina y dominio en habilidades blandas tales como: trabajar en equipo, planificar el tiempo, comunicarse de manera oral y escrita, logre desarrollarlas, aplicarlas y transformarlas, no solo en la práctica profesional sino en la vida personal y social (Cadena, 2009).

De igual manera, el interés por la importancia de las capacidades ‘blandas’, ‘transferibles’, ‘no cognitivas’ o ‘del siglo XXI’ han enriquecido las teorías actuales sobre el contenido y los métodos de la educación. La razón fundamental, a menudo implícita, es la necesidad de creatividad y emprendimiento con miras a aumentar la competitividad. Aunque esta razón es de la mayor importancia con respecto a la función económica de la educación, no se debe ocultar la necesidad de desarrollar las competencias que los individuos y las comunidades requieren para los múltiples aspectos de la existencia humana y que pueden contribuir a dar mayor empoderamiento a unos y a otras (UNESCO, 2015).

Como complemento, cabe mencionar que, a nivel latinoamericano, se han establecido las competencias específicas, derivadas del proyecto Tuning (Bravo, 2016), el que señala algunas orientadas a desarrollar la comunicación y sustentan parte importante del desempeño de estudiante en su práctica profesional, entre ellas:

· Capacidad de abstracción, análisis y síntesis

· Capacidad de aplicar los conocimientos en la práctica

· Capacidad de comunicación oral y escrita

· Capacidad de comunicación en un segundo idioma comunicación

· Capacidad para identificar, plantear y resolver problemas

· Capacidad para tomar decisiones

· Capacidad de trabajo en equipo

· Habilidades interpersonales

· Capacidad de motivar y conducir hacia metas comunes

· Valoración y respeto por la diversidad y multiculturalidad

· Habilidad para trabajar en forma autónoma

· Compromiso ético

· Compromiso con la calidad

Ampliadas a los contextos de la educación superior, se expone que el desarrollo de las competencias cobra un valor estructural, entendidas como la capacidad de congregar diversos saberes para enfrentar realidades, tomar decisiones y resolver situaciones de manera contextualizada y reflexiva.

Por otro lado, es importante tener en cuenta la relación entre la formación profesional y las demandas del mercado laboral, puesto que se aprecian dificultades en cuanto lo que se espera por parte del empleador. Por ejemplo, el siguiente estudio, realizado a estudiantes universitarios de la Universidad de Barcelona, muestra que, pese a la valoración que realizan de las prácticas y del trabajo final de grado para desarrollar competencias, los egresados no han valorado todas las competencias con el grado de importancia ni de desarrollo. Es curioso observar que los egresados otorgan una gran relevancia al conocimiento propio de cada disciplina y a las competencias específicas, frente a la alta evaluación que los empleadores han realizado de las competencias «soft», quizá porque el conocimiento específico lo dan por supuesto y porque la formación específica puede ser proporcionada por las propias empresas, si los egresados poseen las capacidades básicas de análisis y síntesis, gestión de la información, comunicación... sobre las cuales fundamentar los aprendizajes posteriores (Lluch y Sánchez-García 2017).

Por último, y de acuerdo con la agenda de educación 2030, se precisa que una educación de calidad, que desarrolle la creatividad, las competencias, habilidades y aptitudes permiten la interacción personal y con vivencial hacia una actuación global desde lo local.

3. Método

Este trabajo se desarrolló a través de un enfoque cualitativo y un diseño hermenéutico, basado en el significado e intencionalidad; en este caso, el objeto de investigación corresponde a la interpretación de la comunicación en el contexto de las competencias, para el desarrollo de la práctica profesional en noveno y sexto semestre de la Facultad de Administración de Empresas, de la Universidad Santo Tomás de Aquino y el Programa de Licenciatura en Educación Infantil, de la Corporación Universitaria Iberoamericana, ubicadas en la ciudad de Bogotá, Colombia.

Esta investigación se acoge a la resolución 8430 del Ministerio de Salud (1993), en su artículo 6, por lo cual se procede a informar a los participantes sobre los objetivos, beneficios en la formación profesional, asimismo, se mantiene la privacidad, la confidencialidad de la información y el anonimato del estudiante de esta investigación, sin representar ningún tipo de riesgo para el estudiante. En tal sentido, se procede a firmar el consentimiento informado de la aplicación de los instrumentos de recolección de información.

En un primer momento, se revisaron fuentes primarias (Rapley, 2014), a través de grupos focales, con el propósito de evaluar de manera integral las habilidades relacionadas con la comunicación, las relaciones interpersonales en su vivencia de la práctica profesional, para ello, se utilizó una guía de preguntas generadoras que pretendían indagar sobre actitudes y sentires en el manejo de una comunicación asertiva y la importancia de las relaciones interpersonales en el escenario de práctica. Luego, se aplicó una encuesta semiestructurada a 37 estudiantes de práctica profesional, la cual permitió evaluar los aspectos relacionados directamente con el proceso comunicativo, la comunicación intrapersonal e interpersonal dentro de las habilidades sociales. En un segundo momento, se llevó a cabo el análisis de contenidos basados en la metodología de Krippendorf (1990), quien se refiere a análisis de contenido como el "[...] conjunto de métodos y técnicas de investigación destinados a facilitar la descripción e interpretación sistemática de los componentes semánticos y formales de todo tipo de mensaje, y la formulación de inferencias válidas acerca de los datos reunidos..." (p. 1).

A partir de la metodología de análisis de contenido de tipo temático, se procedió a seleccionar, como temas de análisis, lo relacionado con la práctica profesional en cada una de las instituciones, en cuanto a documentos orientadores, procesos y seguimientos; luego, se procedió a seleccionar el material y a definir las unidades de muestreo, definiendo las siguientes: reglamento de práctica, Proyecto educativo Institucional, el proyecto educativo de programa (Administración de empresas y Licenciatura en Educación Infantil), Plan de estudios de los programas, Reglamento de práctica. En cuanto al sistema de codificación, se determinó la presencia o ausencia, la frecuencia y dirección de los elementos de interés en la investigación (como son las competencias sociales y las relaciones interpersonales) presentes en las unidades de análisis.

Las categorías de análisis definidas son: expresión oral y escrita, relación teoría-práctica y relaciones interpersonales. Finalmente, se construyeron las inferencias desde los procesos institucionales, a partir de los hallazgos y en relación con los objetivos de la investigación para luego plantear un análisis con base en el marco teórico de la presente investigación. Entre los documentos objeto de análisis de contenido están planes de estudio, Proyecto educativo Institucional y de programa, reglamento de prácticas, e instrumentos de evaluación de las prácticas.

De acuerdo con lo anterior, se revisan los procesos de comunicación interpersonal y las competencias sociales, de los estudiantes que realizan su práctica profesional en ambas instituciones al momento de enfrentarse a una realidad social, siendo este un componente esencial del proceso formativo de los estudiantes, donde se abre una oportunidad de explorar y poner en práctica las competencias y habilidades comunicativas como base de la convivencia. Finalmente, se realizó una triangulación de fuentes a partir de las categorías establecidas y se realizaron propuestas para avanzar en esta línea.

4. Resultados

Los resultados obtenidos se concentran en tres categorías principales: Expresión oral y escrita, Relación teoría- práctica y Relaciones interpersonales. En la tabla 1, se presenta un resumen de las categorías y subcategorías, posteriormente se presentan los resultados más relevantes.

Tabla 1
Categorías y subcategorías
Categorías Subcategorías
Expresión oral y escrita Habilidades orales, escriturales y lectoras un lenguaje común Entendimiento de un mensaje Discurso técnico-profesional en contexto
Relación teoría- práctica Práctica profesional Actividades y proyectos de aplicación Retroalimentación
Relaciones interpersonales Interacción entre actores Trabajo colaborativo Empatía Lenguaje verbal y no verbal
Elaboración propia

Con base en los instrumentos aplicados y la triangulación de fuentes realizadas, se obtuvieron los siguientes resultados por categoría:

4.1 Expresión oral y escrita

Los estudiantes de práctica de las instituciones consultadas reconocen la importancia de la comunicación como base de la convivencia, así lo mencionan algunos estudiantes al afirmar:

a. Podemos expresar las ideas de una manera correcta, o trasmitir la información de manera correcta.

b. Nos ayuda a trasmitir la información, a compartir las ideas

c. podemos hacernos entender y entender a los demás para que no haya malentendidos

d. La comunicación no es solo verbal sino no verbal también se puede por medio de las señas, dibujos.

Asimismo, consideran como fortaleza para la convivencia, el desarrollo de la comunicación asertiva y el desarrollo de las habilidades comunicativas a lo largo de la formación en la carrera. Sin embargo, otros estudiantes sugieren como oportunidad de mejora situaciones como: dificultades encontradas en la transmisión de los mensajes de manera clara y adecuada, uso adecuado del vocabulario, la necesidad de fortalecer el desarrollo de la comunicación oral y escrita durante el proceso formativo y la posibilidad de fomentar ambientes de aprendizaje que fortalezcan procesos comunicativos. Además, los estudiantes propusieron como estrategias de mejoramiento, incrementar la lectura para fortalecer el nivel de competencias interpretativas, argumentativas y propositivas.

A continuación, se presentan dos relatos de estudiantes relacionados con el desarrollo de habilidades comunicativas requeridas para un mayor entendimiento entre las personas:

Relato 1

Estudiante 1: “lo que podemos ver es que este proceso de oralidad y manejo de la palabra, es un proceso de impartir tus conocimientos, un proceso que al trascurrir los semestres hay un cambio muy notorio a como me expresaba en primer semestre”

“Yo considero que estas competencias no solo hacen parte de un sector creo que uno va adquiriendo competencias a partir de lo que tu hagas, tu pensamiento tu manera de realizar las cosas dependiendo en el campo que te estés desarrollando."

Relato 2

Estudiante 2: “los universitarios en cuanto a la lectura en este tiempo se hace por obligación, pero esto se debe hacer más por lo que pretendemos por la formación inicial , por ejemplo mi educación fue muy tradicional se leía para después tener un evaluación, se pretendía desde tiene que hacerlo más no por la motivación de venga hagámoslo, de esta manera se va a evaluar pero algo más lúdico, pues se tenían exámenes tediosos que pretendían que las respuestas fueran exactas según lo aprendido no es tanto la autonomía”.

Por otra parte, en cuanto a las intervenciones escritas que realizan los estudiantes en sus escenarios de práctica, se evidencia que el 42.1% de los encuestados, representados en 16 estudiantes, expresan que sus intervenciones escritas siempre son comprendidas por sus superiores, mientras que 13 de ellos (35%), afirma que frecuentemente son comprendidas por los superiores, el 13,2% expresan que algunas veces sus intervenciones escritas son comprendidas por los superiores.

El 13%, es decir, cinco de los treinta y siete estudiantes encuestados, frecuentemente sienten seguridad al momento de exponer ideas o conocimientos adquiridos dentro de la práctica profesional, teniendo una estructura de oralidad amplia y acorde a el nivel educativo; de igual modo, el 27%, es decir, diez de los treinta y siete estudiantes encuestados, algunas veces sienten seguridad, al momento de exponer ideas o conocimientos, mostrando así un nivel de expresión oral intermedio a su nivel educativo, mientras que el 19% de los estudiantes sienten poca seguridad al momento de expresar sus ideas. El 38% de los estudiantes se les dificulta expresar las ideas, ya que presentan un bajo nivel de dominio de la habilidad desde la oralidad, y un solo el 3%, es decir, uno de los estudiantes, siente seguridad al momento de expresar sus ideas o conocimientos, percibiendo un bajo nivel de seguridad en la habilidad oral.

El 38% de los estudiantes ocasionalmente lee sobre el área profesional, teniendo niveles bajos de lectura acorde a su nivel educativo, mientras que el 27% algunas veces lee artículos relacionados con el área profesional, teniendo un nivel intermedio de lectura, acorde a su nivel educativo. De igual modo, se observa que el 24% de los estudiantes nunca lee algún artículo o tema de interés relacionado con el área profesional, lo que evidencia el déficit de lectura acorde a el nivel educativo, lo que contrasta con el 11% de estudiantes que frecuentemente o siempre lee artículos o temas relacionados con el área profesional, lo que demuestra un alto nivel de lectura, que fortalece el desenvolvimiento de su práctica profesional.

4.2 Relación teoría- práctica

De acuerdo con el análisis de contenido de los documentos institucionales y de programa, tales como el Proyecto educativo Institucional, el Proyecto educativo de programa, el plan de estudios, los reglamentos de práctica, correspondientes a la Universidad Santo Tomás y la Corporación Universitaria Iberoamericana, se encontró una estrecha relación entre algunas asignaturas del plan de estudios que fortalecen procesos formativos que vinculan la teoría y la práctica, y que tienen como referente el ejercicio de la práctica profesional y la relevancia de las competencias comunicativas.

Los productos de la práctica están basados en la elaboración de informes, artículos y en la sustentación de proyectos y actividades en los escenarios de práctica.

En cada una de las instituciones se encuentran diferencias marcadas frente a los niveles de práctica encontrando que para la facultad de Administración de Empresas de la Universidad Santo Tomás se cuenta con un solo semestre de práctica profesional, mientras que en programa de Educación Infantil de la Corporación Universitaria se cursan siete niveles de práctica profesional

Los estudiantes de práctica profesional cuentan con el acompañamiento de tutores y/o profesores de práctica tanto en la institución universitaria como en el escenario de práctica, que mediante procesos de evaluación y retroalimentación van perfilando las competencias tanto disciplinares como las competencias blandas y entre ellas las comunicativas.

En la Práctica Profesional se realiza un seguimiento por parte del tutor académico designado por la institución y el tutor empresarial o jefe inmediato, en donde se evalúa el desempeño del practicante y se da la retroalimentación respectiva.

Dentro de los escenarios de práctica, los estudiantes evidencian la aplicación de los aprendizajes dados en la formación teórica y así mismo, aplicados en situaciones específicas de acuerdo con lo esperado, haciendo uso de las competencias comunicativas y las relaciones interpersonales para desarrollar sus actividades y proyectos.

En las indagaciones realizadas a los estudiantes de práctica profesional a través de los grupos focales, se reiteró la importancia de fortalecer la relación teoría-práctica respecto al desarrollo de sus capacidades de convivencia y relacionamiento. Es este sentido, se encontró que se da más importancia a participar en actividades y proyectos que fomenten la interacción y el desarrollo de habilidades.

Al respecto, los estudiantes proponen el desarrollo de talleres en los cuales se aborde las competencias blandas, que permitan unas relaciones interpersonales basadas en la comunicación asertiva, así como incentivar los procesos evaluativos, la autoevaluación, coevaluación y heteroevaluación, con el fin de reconocer aciertos y limitaciones en el proceso de comunicación.

4.3 Relaciones interpersonales

En esta categoría se destaca la importancia de la comunicación para una mejor convivencia en cuanto a escuchar y respetar las opiniones de las demás personas y se afirma que el contexto del desarrollo de la práctica profesional es fundamental manejar la comunicación asertiva para el cumplimiento de los objetivos institucionales.

Los estudiantes proponen entre las estrategias de mejora, propiciar el trabajo colaborativo, alrededor de proyectos basados en el aprendizaje experiencial, que fomente las relaciones interpersonales y las habilidades comunicativas; incorporar en los planes de curso, que promuevan las habilidades socioemocionales importante en los procesos comunicativos.

Por otra parte, algunos estudiantes expresan su percepción sobre las actitudes frente al proceso comunicacional, manifestando:

· Falta de seguridad en sí mismo.

· Expresión de sentimientos y emociones de ira, enojo, nervios y frustración al no poder expresar el mensaje.

· Falta de autocontrol de las emociones en la acción comunicativa.

· No saber escuchar a los demás.

· Preferencia por el trabajo individual

· Comentarios inapropiados e inadecuados de algunos docentes hacia los estudiantes.

· Presencia de conflicto y problemas personales que generan diferencias.

Por otra parte, algunos estudiantes expresan su percepción como evidencia en los siguientes relatos:

Relato 1

Estudiante 3: “Desde mi experiencia, a nivel general, ha sido una buena comunicación en los sitios de práctica, por ejemplo, en el primer sitio de práctica, que fue un CDI Gota de leche, ahí no solo tenemos comunicación con los compañeros y los docentes sino también con los directivos y personas como psicólogos, la nutricionista, la coordinadora del sitio. Además, con los docentes, desde mi experiencia, tuve una buena comunicación asertiva porque todos los docentes le trataban de enseñar a uno y de explicarme y guiarme a encontrar nuevos caminos en el quehacer del docente, adquiriendo nuevas herramientas”.

Relato 2

Estudiante 4: “Yo creo que generar esa autonomía por parte de nosotros, conozco varios compañeros que se les dificulta, tal vez en el momento de exponer, de hecho, en la práctica se evidencia que en las actividades hay siempre una que sobresale y la autonomía del estudiante es importante para adquirir estas herramientas”.

La encuesta aplicada arroja que el 44,7% de los estudiantes encuestados frecuentemente expone su punto de vista ante el equipo de trabajo; por otra parte, el 28,9% siempre expone su punto de vista y el 23,7%, algunas veces. Es evidente, entonces, que al estudiante practicante se le facilita expresar sus ideas ante el equipo de trabajo.

Los estudiantes de práctica, en un 52,6%, frecuentemente se adaptan al estilo de liderazgo de otras personas; de la misma manera, el 23,7% siempre lo hacen. Por otro lado, el 15,8% algunas veces se adapta a los estilos de liderazgo.

En cuanto a las relaciones interpersonales, en los documentos analizados se expresa el compromiso institucional por formar personas integrales, con capacidades para expresar sus ideas, emociones y experiencias de vida y para ello, se trabajan espacios de crecimiento personal, como la cátedra Proyecto de vida y Análisis y Comportamiento Organizacional, Fundamentos de la comunicación, entre otros. Por otra parte, los estudiantes de práctica asumen su rol mediado por el contexto y los actores que entran en juego, como el diálogo entre pares, entre autoridades académicas y empresarios.

Los estudiantes de práctica profesional cuentan con el acompañamiento de tutores y/ profesores de práctica tanto en la institución universitaria como en el escenario de práctica que, mediante procesos de evaluación y retroalimentación, van perfilando las competencias tanto disciplinares como las competencias blandas y, entre ellas, las comunicativas.

En la Práctica Profesional se realiza la evaluación de desempeño a través del seguimiento por parte del tutor Académico designado por la institución y el tutor empresarial o jefe inmediato y se enfatiza en aspectos por mejorar. Se evalúa de forma mixta (cualitativa- cuantitativa), fortaleciendo cada proceso con tutorías, seminarios y participación en eventos relacionados con red de prácticas.

5. Discusión

Los estudiantes de práctica profesional de la Universidad Santo Tomás y de la Corporación Universitaria Iberoamericana de los programas académicos analizados afirman que los lineamientos institucionales expresados en el Proyecto educativo institucional, PEI, y en el Modelo Pedagógico, persiguen desarrollar valores profesionales como seres únicos, abiertos a la comunicación para la formación integral. Los planes de estudios que abarcan el desarrollo de competencias generales y disciplinares, se despliegan a lo largo del proceso formativo; por tanto, en ambas instituciones se cuenta con cursos que tienen como propósito el desarrollo de habilidades comunicativas, así como el desarrollo humano desde las interacciones y la comunicación dialógica.

En esta intencionalidad institucional respecto al desarrollo de las competencias comunicativas, se acoge la postura de Brunner (1997), quien afirma que el dominio de las formas de adquisición y el desarrollo del lenguaje permite un desarrollo integral, cognitivo, afectivo y social, el cual influye en las vivencias, en los sentimientos, en los pensamientos y, por ende, en la forma de comunicar e interactuar con las personas, como procesos inherentes a la competencia comunicativa del individuo.

Por otra parte, la relación teoría-práctica se concreta en las actividades y proyectos desarrollados y en el manejo de situaciones en los escenarios de práctica vinculados con el trabajo colaborativo y propositivo, que redunde en el ejercicio laboral del egresado; los reglamentos de práctica de ambas instituciones hacen énfasis en la oportunidad que tienen los estudiantes de confrontar la teoría con la práctica y siendo fundamental el desarrollo de las competencias comunicativas.

En cuanto a las relaciones interpersonales, en los documentos analizados, se refleja el compromiso institucional por formar personas integrales con capacidades para expresar sus ideas, emociones y experiencias de vida y para ello, se trabajan espacios de crecimiento personal, como la cátedra de proyecto de vida y análisis y comportamiento organizacional, fundamentos de la comunicación, entre otros. Por otra parte, los estudiantes de práctica asumen su rol mediado por el contexto y los actores que entran en juego, como el diálogo entre pares, entre autoridades académicas y empresarios.

En este orden de ideas, se percibe una relación entre los perfiles de formación y su responsabilidad como agentes de cambio, lo cual ubica a la comunicación humana en la perspectiva que refiere Alsina (2001), sobre desarrollo del ser humano, al considerar que a partir de la comunicación humana se puede establecer una relación entre los medios de comunicación, la vida cotidiana, siendo una forma de aproximación hacia las teorías de la comunicación tal y como es vivida por los seres humanos.

Un elemento relevante en los discursos académicos y pedagógicos presentes en los documentos institucionales y de programa, es el respeto a la diferencia y al reconocimiento de la población diversa, lo cual exige unas miradas distintas en el proceso formativo, en las formas de comunicación y en la vinculación laboral. Tal como refieren Stewart et al. (2007), hay que entender que la comunicación interpersonal implica predicciones, intentos de influir, sentirse placenteros, cómodos al compartir la humanidad y que frecuentemente tiene lugar cara a cara.

Tanto en el grupo focal como en la encuesta aplicada, se evidencian dificultades, en los practicantes, para expresar con claridad sus ideas y argumentos frente sus superiores demostrando, inseguridad y poca autonomía frente a la toma de decisiones. Se observa que a la mayoría de los estudiantes les falta iniciativa para acercarse a lectura de textos, artículos y demás medios escritos relacionados con su área disciplinar para fortalecer el desempeño de su práctica.

Las estrategias para el fortalecimiento de la convivencia centradas en la comunicación interpersonal y las habilidades comunicativas se derivaron de la participación de los estudiantes y del análisis de contenido principalmente. Las propuestas elaboradas se focalizaron en los siguientes ejes:

§ El manejo de una comunicación asertiva por parte del docente.

§ Incorporación de pedagogías activas que promuevan la participación del estudiante, el trabajo colaborativo y el debate.

§ Considerar curricularmente el tema de las competencias comunicativas de manera transversal en el plan de estudios.

§ Abrir espacios de participación de los estudiantes en eventos académicos internos y externos que fomenten la interacción con otros actores.

§ Establecer indicadores de evaluación de la práctica referidos al manejo y dominio de las habilidades comunicativas, así como las capacidades de relacionamiento en los escenarios de práctica.

§ Reforzar en el ejercicio como docente, la practicidad del desarrollo de habilidades frente al proceso comunicativo, abordando una articulación teórica-práctica con los conocimientos teóricos impartidos.

6. Conclusiones

La práctica profesional, como escenario de concreción de la relación teoría-práctica, se orienta hacia el reconocimiento de contextos diversos de actuación para el profesional, donde este, además, de encontrar solución a los problemas que se le presentan, se constituye en una oportunidad para materializar sus ideas y lograr transformaciones esperadas.

Al indagar sobre el ejercicio de la práctica profesional se destaca la importancia de las relaciones interpersonales como base de una convivencia basada en el respeto y la cooperación, como se pudo evidenciar en los estudiantes tanto de la Universidad Santo Tomás como de la Corporación Universitaria Iberoamericana, quienes afrontan situaciones donde deben intercambiar significados y experiencias para lograr comprender las realidades de los escenarios de práctica, bien a nivel empresarial o a nivel educativo.

En cuanto el desarrollo de habilidades comunicativas, se precisa su fortalecimiento en las relaciones profesionales y el trabajo en equipo, ya que estos se convierten en instrumentos de gestión y de competencias sociales y adaptativas en el proceso de la práctica profesional.

Por otra parte, en el tránsito de la educación media a la educación superior se hace necesario trabajar con los estudiantes en el desarrollo del habilidades comunicativas y relaciones interpersonales desde un enfoque de desarrollo humano y la convivencia aplicables en sus contextos de vida y el acontecer del mundo de hoy.

Referencias

Alsina, M. R. (2001). Teorías de la comunicación: ámbitos, métodos y perspectivas. Vol. 11. Barcelona: Servei de Publicacions de la Universitat Autónoma de Barcelona.

Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. (2000). La educación superior en el siglo XXI. Líneas estratégicas de desarrollo. Una propuesta de la ANUIES. México. http://publicaciones.anuies.mx/revista/113/5/2/es/la-educacion-superior-en-el-siglo-xxi-lineas-estrategicas-de

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Notas

[1] Esta investigación surge de una alianza entre dos universidades de Bogotá, frente a una necesidad de fortalecer las competencias comunicativas en los estudiantes de práctica profesional de los programas de Administración de Empresas y de la Licenciatura en Educación Infantil, como resultado de una convocatoria de investigación financiada por las instituciones universitarias.
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